La forma en que vives, lo que comes y bebes, y cómo tratas a su cuerpo puede afectar su memoria tanto como su salud física y bienestar general. A continuación, te damos cinco consejos que puedes hacer todos los días para mantener tanto tu mente como tu cuerpo en forma.
- Maneja el estrés. Las presiones constantes de las tensiones diarias, tales como los tacos, las fechas límites de entrega de trabajos o los pequeños roces con colegas o miembros de la familia, sin duda pueden distraerte y afectar su capacidad de concentración y memoria. No obstante, el problema más grande es una sensación continua de ansiedad que, a la larga, puede conducir a la pérdida de memoria. Si no has buscado formas de lidiar con el estrés, proteger tu memoria es una buena razón para empezar a hacerlo. La respiración profunda, la meditación, los ejercicios como pilates o tai chi y un enfoque “consciente” de la vida te pueden ayudar.
- Duerme bien por la noche. Las personas que no tienen un sueño reparador por la noche tienden a ser más olvidadizas que aquellas que duermen profundamente. Una buena noche de sueño es esencial para consolidar los recuerdos. Desafortunadamente, muchos medicamentos utilizados para tratar el insomnio también pueden afectar la memoria y la función cerebral en general. Es por esto que lo más recomendable es tratar de mejorar sus hábitos de sueño primero, y recurrir a los medicamentos solo si esos pasos no ayudan, partiendo por las dosis más bajas por el tiempo más corto necesario, para que tu sueño vuelva a la normalidad.
- Si fuma, déjalo. Es más fácil decirlo que hacerlo, sin duda. Pero, si necesitas motivación adicional, deberías saber que los fumadores tienen un mayor grado de pérdida de memoria relacionada con la edad y otros problemas de memoria que los no fumadores. Las personas que fuman más de dos paquetes de cigarrillos al día entre los 40 a 60 años, tienen más del doble de riesgo de desarrollar demencia a una edad avanzada, en comparación con los no fumadores. Sin embargo, aquellos que dejan de fumar antes de la mediana edad, tienen un riesgo de demencia similar a las personas que nunca han fumado, por la gran capacidad de recuperación que tiene el cuerpo humano.
- Si bebes alcohol, hazlo con moderación. Beber demasiado alcohol aumenta el riesgo de demencia y pérdida de memoria. Las personas con alcoholismo tienen dificultades para realizar tareas de memoria a corto plazo, como memorizar listas, por ejemplo. Otro tipo de pérdida de memoria asociada con el consumo de alcohol se llama síndrome de Korsakoff. En esta condición, la deficiencia a largo plazo de vitamina B1, combinada con los efectos tóxicos del alcohol en el cerebro, puede desencadenar una amnesia repentina y aguda. En algunos casos, esta pérdida de memoria es permanente, pero si se detecta temprano, se puede revertir hasta cierto punto.
- Protege tu cerebro de lesiones. El traumatismo craneal es una causa importante de pérdida de memoria y aumenta el riesgo de desarrollar demencia. Si realizas deportes de contacto o actividades que involucren velocidad, como andar en bicicleta, moto o esquí, procura usar siempre el equipo de protección apropiado. Usa el cinturón de seguridad cuando viajes en vehículos motorizados. Los accidentes automovilísticos son, por lejos, la causa más común de lesiones cerebrales, y el uso de un cinturón de seguridad reduce en gran medida las posibilidades de lesiones graves en la cabeza.
Fuente: www.health.harvard.edu