Empieza hoy mismo: elabora una base de datos con tus posibles clientes. Todas las personas con las que hablas, todos los que se convierten en tus clientes, toda la gente que solicita más información, todas las personas que conoces, aunque sea muy por encima, entran en tu base de datos. Si te gusta la tecnología, puedes usar un programa para rastrear a estas personas (hay muchos disponibles a muy bajo costo, e incluso gratuitos) o simplemente una hoja de cálculo de Excel.
Es muy importante entender lo poderoso que esto puede ser.
Supongamos que durante los próximos 5 años hablas con tres personas al día sobre los productos o Granja Magdalena. Supongamos también que durante ese período logras 500 (eso es menos de 10 por mes).
Si hiciste un buen trabajo al mantenerte en comunicación con estas personas, una vez al mes, te sorprendería la cantidad de personas adicionales a las que venderías productos.
¡Te sorprenderías de cuántas personas que abandonaron el negocio, o clientes que dejaron de hacer pedidos, finalmente regresan para comprate tus productos!
Para cualquier negocio, tu mayor activo es tu lista de contactos: personas que te han comprado en el pasado y clientes potenciales que aún no se han convertido.
Después de cinco años, ya no necesitarías hablar con tantas personas nuevas por día. En su lugar, puedes comunicarte con algunas personas en tu base de datos (gente que ya te conoce) y contactarte nuevamente con ellos. Estos eventuales clientes serán al menos 10 veces mejores compradores que una persona que nunca ha oído hablar de ti o de Granja Magdalena.
Para eso sirve la base de datos, que te permite mantener al día esa lista. Procura mantenberla siempre al día, y no dejes de comunicarte periódicamente con tus clientes actuales o potenciales.